viernes, 22 de septiembre de 2006

El índice de masa corporal, los caballos del Roca y una leyenda urbana

Del talante, el buen rollito y lo políticamente correcto...

Ya pasó Cibeles. O eso dicen las teles. Ese acto donde desfilan cuerpos esqueléticos cubiertos de ropas que jamás se pondrá nadie. Un evento de primer orden. A nivel internacional. Mundial. La ostia, vamos. Este año ha habido polémica. Se ha pesado a las modelos. Como a los caballos. Como a los boxeadores. Se necesitaba un índice de masa corporal de no sé cuanto. En cualquier caso, delgadas. Total racismo. O xenofobia. O clasismo. O cómo se llame. Resulta que si eres delgada de constitución no puedes desfilar, pero si estás rellenita y vomitas alguna que otra comida y tu IMC es el correcto, desfilas. Gran criterio. Las gordas (perdón, rellenas) no desfilan igual. Gran decisión. Talante y progresismo. Las modelos extranjeras no han venido. La pérfida albión y Europa dan la espalda al país más tolerante del mundo. La pregunta es: ¿por qué nos han dado tanto el coñazo con el tema? ¿a alguien le importa?. A mí me importa un bledo. La que quiera estar en los huesos y no comer es libre de hacerlo. La que quiera chupar pollas (perdón, hacer felaciones) para llegar a lo más alto es libre de hacerlo. Pero que nos dejen en paz. Por favor lo pido. Y desde aquí digo: viva Kate Moss.

Puta Humanidad

Los caballos de Roca se mueren. Resulta que ese genio de los negocios tenía no sé cuántos caballos de no sé cuantas razas muy caras e importantes. Al meterlo al trullo, un administrador, por orden judicial, se quedó su finca. Y claro, pasó de ella. Y los caballos no comían ni eran atendidos. Qué más da. Si son animales, sin alma. Si hay algo que me resulta insoportable es el maltrato a los animales. A las personas me da absolutamente igual. Somos malos. En el fondo todos mataríamos y seríamos crueles si nos vemos en una situación límite. Y hablamos, nos entendemos. A los animales no. Sin embargo, hemos visto estos días a un gallego que maltrataba a su perro y todo el mundo se ha escandalizado. A ese tío había que arrancarle la piel a tiras. Pero de los caballos nada. Hasta chistes harán. Ya lo decía SA: Puta Humanidad. Menos mal que tarde o temprano nos extinguiremos.

La droga que anula la voluntad: ¿realidad o leyenda?

Ayer, por casualidad, vi el telediario de la uno a las tres de la tarde. Una de las noticias hablaba de una droga que echaban en la bebida en discotecas y anulaba la voluntad del que la ingiriera (o esnifara). Vamos, que te la tomas y te dicen: “tírate por la ventana” y te tiras sin dudarlo. Decían que la usaban algunos para violar mujeres, y salían varios testimonios de asociaciones. Que en las comisarías no les hacían caso. Que como no había análisis de sangre no se sabía si se la habían dado. Alrededor de un 15% de las violaciones denunciadas podían estar relacionadas con esa droga. Alucinante. Ya había oído hablar del tema hace unos años, pero pensaba que era una leyenda urbana. No sé. No lo tengo muy claro. Imaginad esa droga fumigada sobre millones de personas desde aviones por nuestro Dobelyu Bus. Y la gente obedeciendo. Terroristas malos. Sí, malos. Trabajar 12 horas. Sí, trabajar. Buf, se me ocurren cien mil usos, y me extraña que nadie haya reparado en ello. Se podría convertir a todo el mundo en borregos (todavía más). No me lo acabo de creer. O quizá sí, y ya se está usando. En la comida. En la tinta de los periódicos. En las radiaciones de los televisores. En los CDs. Buf, cierto miedo me produce. Ahora entiendo muchas cosas....

2 comentarios:

kikeconk dijo...

Je, has tocado un par de temas que quería comentar yo pero que obvié por pereza.

Respecto a la Cibeles, no había un máximo, si algún diseñador hubiese querido pasar con una chica de ciento cincuenta kilos habría podido, el límite era una mínima relación entre altura y peso, lo que según decían era la barrera médica entre delgadez y desnutrición.
Por lo que a mí respecta es una gilipollez, me trae al fresco que quien desfile esté sano o no, para insano el alpinismo pero según alguno que a un imbécil como Oiarzabal le tengan que amputar los dedos de los pies es algo heroico.
Por no mencionar (bonita fórmula dialéctica) a los padres que no ven a sus niñas más de diez horas semanales y culpan a Kate Mosss (¡¡VivA!!) de sus enfermedades.

Sobre los caballos, poco que decir, yo sería incapaz de darle ni un cachete a un chucho pero me importan bastante poco, soy muy "especista" me importan poco los no humanos.

Para terminar con la droga esa, yo sigo convencido de que es una leyenda. Lo síntomas descritos, despertar no sé dónde no se con quien, también se corresponden con los de una buena borrachera.

David Suárez Suarón dijo...

Aquí la droga esa llámanla Dyc-manzana, te lo digo yo!!!