martes, 29 de agosto de 2006

Odisea de cristal I

Como bien sabéis algunos, hace unos días me convertí en propietario, con todo lo que ello conlleva: hipoteca, euribor, bricolaje, limpieza, etc.
El bricolaje quizá es lo peor. Y, entre sus muchas variantes, una de las más coñazo es colgar las lámparas. Pero para eso he tenido ayuda. Mi osadía no va tan lejos. Sólo quiero explicar que igual de coñazo y peligroso es cambiar una bombilla o quitar un cristal protector. Al menos si se trata de un plafón circular de techo. Ahí va la primera parte de la historia...

Domingo, 19 horas.

Servidor, en una actitud de auténtico TOC (como Beckham), observa el plafón colocado en el techo del vestíbulo. Llego a la conclusión de que hay un tornillo de los que le sujeta al techo un poco flojo y que se podría apretar más. También pienso que da igual. Pero la obsesión puede más. Me agencio una escalera. Subo. El cristal del plafón está anclado a la estructura por tres puntos, con tornillos manuales. Comienzo a desenroscar uno. Desenrosco... desenrosco... desenrosco... Joder, cuánta rosca... Al final, se desenrosca. Pero al quitar el tornillo, el cristal, dotado de repente de vida propia, decide seguir su camino y suicidarse, rebelándose contra su amo que escribe estas tristes líneas en su memoria...
El ente lleva a cabo su suicidio de manera muy lenta, como si quisiera decir “no puedes detenerme, tengo voluntad propia”... Pura impotencia... el resultado: cristales rotos en el vestíbulo, en el baño, en la cocina y en una habitación... un desastre... Tras el disgusto, llega la reflexión tras un poco de terapia psicológica (por el síndrome del manazas). Mañana compraremos otro cristal. Supongo que los venderán en cualquier sitio. Los plafones son tipo estándar, con un determinado diámetro... y también dudas: lo venderán suelto, habrá que ir a la tienda donde fue adquirido (Zaragoza). No podemos solucionar nada. Esperemos a mañana...

Lunes, 17 horas.

Tras una jornada de trabajo y una bien merecida siesta, servidor y pareja empezamos la búsqueda del cristal.

Primera tienda (tipo franquicia)
- Hola, buenas tardes. Me pasó esto. Quería saber si tenéis alguno parecido...
- Voy a ver, dice la dependienta...
Lo compara con otro y la respuesta:
- No tenemos, tendría que encargarlo...
- ¿Y cuánto tardaría?
- Unos veinte días.
- ¿Por qué tanto?
- Las fábricas, ya se sabe.
- Ok, gracias.

Segunda tienda (tirando a pija)
- Hola, buenas tardes. Me pasó esto. Quería saber si tenéis alguno parecido...
- ¿Es de halógenos o de bombilla?
- De halógenos.
- Entonces me tendrías que decir el fabricante.
- Pues ni idea.
- En la lámpara lo pondrá.
- ¿Y no hay ninguno parecido?
- No. Tengo uno de bombilla, que es parecido, pero no me atrevo a vendértelo porque se podría rajar con el calor.
- Entonces tengo que saber el fabricante.
- Eso es.
- Pero para el de bombilla no me haría falta el fabricante.
- No, pero no te vale.
- ¿y por qué para halógenos sí necesito saberlo?
- Porque cada fabricante tienes sus pequeños detalles.
- Vale. Gracias.
[Estaréis de acuerdo conmigo en que ha sido un auténtico diálogo para besugos]

Tercera tienda (totalmente pija)
- Hola, buenas tardes. Me pasó esto. Quería saber si tenéis alguno parecido...
- ¿Lo has comprado aquí?
- No.
- Entonces no.
- ¿y no podéis pedirlo?
- No, porque no es de ninguna lámpara con la que trabajemos aquí...
- Bien. Adiós.

La desesperación comienza a hacer mella en servidor y acompañante. Pensamos. Hay dos tiendas más, con pinta de cutres. Allá vamos, por intentarlo que no quede...

Cuarta tienda (normalita)
- Hola, buenas tardes. Me pasó esto. Quería saber si tenéis alguno parecido...
- ¿Lo has comprado aquí?
- No.
- Mmm. Entonces no, Yo pido algún recambio para las lámparas que tengo aquí, pero cada fabricante es muy especial.
- ¿Y algo parecido?
- Es que depende: curvatura, material... Ya sabes.
- Sé. Adiós.

Bufff. Esto es desesperante... quién me mandaría a mí obsesionarme con aquel tornillo... en fin, queda una oportunidad.

Quinta y última tienda (bastante cutre y mal iluminada, cosa rara en una tienda de lámparas)
- Hola, buenas tardes. Me pasó esto. Quería saber si tenéis alguno parecido...
- ¿Cómo os paso esto?
- Al desenroscarlo.
- Ah, suele pasar... Son muy delicadas.
- Ya le digo.
- A ver qué tengo.
[Mientras busca, en la penumbra de la tienda una señora de avanzada edad, sentada en una silla, no nos quita ojo de encima]
- A ver este.
- Podría valer, aunque es un pelín más grande.
- Tengo este otro también.
- No, tiene dibujo.
- Y este.
- Demasiado grande, el mejor el primero, pero parece rayado, o sucio.
- A ver. [La mujer echa luminia en el cristal, abundantemente y limpia, y limpia, y limpia el exterior. Nada].
- Parece que es por dentro.
- A ver. [Misma operación y algo de la suciedad se va, junto a mi sentido del olfato].
- Seguramente se irá con alcohol. ¿cuánto cuesta?.
- Diez euros. Podéis llevarlo y si no os valiera os devolvería el dinero.
- De acuerdo.

ALELUYA. Exultantes, salimos de la tienda con nuestro cristal. Aunque hay alguna duda. A ver si no va a valer... Seguro, pienso optimista, se aprietan menos los tornillos y listo. Mi acompañante no las tiene todas consigo, y el tiempo le dará la razón...

Lunes, 18.40 horas

Estamos debajo del plafón, con el cristal bien limpio. Bien cogido. Este no se suicida. Allá vamos. Subimos la escalera. Estamos muy cerca. Ponemos un tornillo, dos tornillos... bien... el tercero no entra... ¿qué pasa?. Falta un milímetro, o menos. No puede ser... lo intentamos otra vez. Nada... Dios. No puede ser. Lamentos. Quién me mandaría a mí, etc... Alguien sugiere: se puede limar un poco el borde. Ya lo haremos mañana. Por si acaso llamaremos a la tienda donde lo adquirimos, por si tienen recambios... De acuerdo... Qué suplicio...

[Continuará mañana]

4 comentarios:

Chela dijo...

Cuque eso de ADSENSE SERÁ DE FIAR?.PA AÑADILO A LVM-BLOG Y CON LES PERRES DIR DE CENA TODOS JEJEJE.

Anónimo dijo...

No tará encantada la casa? A ver si teneís que llamar a un parasicólogu. Yo conozco a unu...
Fdo. Suarón el asustau

gorki75 dijo...

Ya no se hacen recambios pa nada, todo ye de usar y tirar, o sino siempre sale más caro que comprar uno nuevo. Ye la rueda Producir>consumir>tirar>producir>consumir>tirar

Buf, menuda brasa que son esas tareas domésticas, te compadezco brujote, y encima con esi cacho casa...

Anónimo dijo...

No te queda nada, trátate ese TOC porque es la mejor forma de sobrevivir al síndrome del propietario (seguro que hay un síndrome para este caso).
Yo tras pintar la casa, construir una puerta corredera y montar toda el mobiliario que había comprado a unos suecos, cocina incluída, guardé el taladro y permaneció en su caja durante tres años pese a que en el salón había un revistero sin colgar, apoyado en el suelo. Tres años estuvo ahí apoyado pidiendo uso pero yo recordaba el ruido de la broca perforando el yeso, el polvilo naranja que delataba que no debías haber perforado tanto.....

Sigo la misma táctica cuando veo que el dormitorio es la estancia en la que se terminó la pintura.


Respecto a los recambios, últimamente tengo la impresión de que se ha invertido en parte esa tendencia, por ejemplo proliferan los negocios de remiendos "cosetodo".